Lluvia y suspiros del
viento,
en la noche lóbrega,
que pulsan palabras
mientras duermes.
Aquí… tan cerca.
Tan cerca que casi
puedo tocarte.
Y miro tu rostro,
sereno.
Escapas en vuelo, quimeras lejanas...
Y miro tus manos, muy
blandas
descansan labores de un
día
tal vez, cabriolean
entre tules.
Y siento el sosiego
de tu pecho manso
inspiraciones y
espejismos
en la habitación, la
penumbra.
Pero te diviso y te
afirmo
- “estás a mi lado”
¡si supieras cuánto te
amo!
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