Escapé de ese plagio
ataviado de opulencias
donde una paradójica aspa plástica
parte el aire en filamentos
que componen
horas, días, años.
Escapé del cerco terrenal demolido
para llegar a Natura
perder los ojos en utopías
con ansias de redimir lo perdido
y una vez allí
me quedé sintiendo
ese mar de espigas
aún verdes,
que ondeaban la llanura.
R.R