Si asomándome a tu abismo
descubro que la vida es sólo esto,
un puñado enorme de trampas
un gigantesco desierto.
¿Por qué no arrojarme
y sentir la caída?
Pues es dolor haría
¡Sentirme aún con vida!
Si tus embustes hicieron
revivir a este fantasma
que yacía en los recuerdos
que moría en abandono.
¿Por qué no sentir el engaño
como feliz agonía?
Pues conocer la verdad haría
¡Sentirme aún con vida!
7 comentarios:
Agradezco haberte conocido, porque ahora sé la exacta diferencia entre el bien y el mal.
resplandece...con ecos de lope de vega, de los clásicos. Qué cosa más bella de versos, de mensaje...
Me emocionó, qué lindo!
salud amiga))
Muchas gracias angelcifu por dejar tus huellas en este pequeño espacio. Saludos!!!
A veces pienso lo mismo. Que el dolor, que lo extremo nos da un soplo, de vida. Como una rebelión de último segundo.
Saludos.
el abismo... una decisión extrema que hunde o eleva!
Saludos Igor!
¡Precioso poema Rosa!El dolor nos hace sentir vivos porque tememos perderla o ir quedando acobardados tras un desengaño. La vida hay que vivirla con intensidad.
Un abrazo en mi sexto aniversario de blog.
GRACIAS SOR CECILIA Y FELICIDADES!!
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