Mi cuerpo, débil figura
corroída por el tiempo
y las pasiones no merecidas,
encuentra tu cuerpo
libre y sin miedos
que abre puertas desconocidas.
Tus manos, hojas de otoño
que caen desde el cielo
y erizan mi piel.
Tus besos, granates encendidos
que me devoran
y crean soles de miel.
Surcas mis espacios,
escalas montañas,
exploras lugares
jamás visitados.
Tu aliento recorre
mi cuerpo extasiado,
tu sombra me envuelve
y de los infiernos me rescata.
Eres el ángel sin alas
que me descubre en lo oculto,
tomas con fuerzas mis manos
y me jalas hacia la luz.
6 comentarios:
muchisimas gracias por deleitarnos con tan magna belleza de poema, un besin muy grande de esta asturiana.
Ternura…Pasión…Dulzura…Entendimiento…Erotismo…Sentimientos…Rescate…
Dichosos condimentos para una única historia de amor, con dejos de tristeza, pero sin olvidos.
Excelente poema, Rosa. ANIMO !!! Cada día escribes mejor !!
Un gran cariño desde aquí, del otro lado del mar. Y un deseo genuino que tan bella historia llegue a buen puerto…
Gracias por deleitarnos con el fruto de tu pluma!
Un texto muy visual, me gustaron las sensaciones plasmadas en el.
Saludos ;)
Muy palpable el sentimiento
las palabras se hacen piel
y de ellas brota la luz..
Bello y lindo.
Salud)
Gracias amigos por tan bellos comentarios! Me dan fuerzas y eso es algo maravilloso! Besos!
Estoy seguro que ese ángel con alas renovada y seguras no dejara de protegerte y sera tu guardián toda la vida...
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