La arena
tu sombra de luna reflejada
el celeste de tus ojos
declinándome hacia un abismo.
La frescura de la noche en tus manos
traspasaba mi pelo
y era muy simple sentirse bien
bien como las aves que escapan en vuelo
El tiempo conjugaba ansioso
lo efímero del momento
Un silencio de alas
y el arrullo del viento
hoy duermen en mi piel callada
y en tus dulces labios que viajan lejos.