miércoles, 29 de junio de 2016

Pequeña Aldea

El tiempo
en su tibia brisa te descubría
entre el espeso maizal
y los linares azulinos.

Ranchos y  manos laboriosas
desbordaban esperanzas,
los campos arados, 
las mateadas...

Una guitarra 
con croar de verdes fantasmas
anunciando la adversidad,
que transformada en guerra,
sorteó la trama del fin. 

Y tus habitantes, esclavos del viento,
debieron escapar en silencioso exilio.

Ahora yaces disimulada en montes

                                                     perdurando.

                                                                      R.R.

4 comentarios:

Jorge Curinao dijo...

Hermoso. La sigo leyendo, Rosa. Saludos.

Mujer que siente dijo...

Gracias Jorge! Saludos!

guerrero cosmico dijo...

Muy lindo como siempre como todo

ALTERNATIVAS

Si tan solo me salvaras de la muerte
O me empujaras a ella
Si me vistieras con tus besos
O desnudaras mis dudas
Si estuvieras aquí
O te fueras de mis sienes
Si borraras con el codo
O escribieras un te quiero
Si fueras un sueño
O te esfumaras en mis noches
Si nunca nunca
O al menos nunca siempre
Si dejaras correr el río
O te escurrieras como agua
Si dejaras de pensarme
O me dejaras pensar
Si volvieras una mañana
O no vinieras noche a noche
Si no compartiéramos esta daga
O soltaras la empuñadura
Si no fueses
O nunca hubieras sido
Si existiera una alternativa
Entre te recuerdo y no te olvido.

Mujer que siente dijo...

Hermoso poema guerrero cósmico! Gracias por él y... saludos!