“El viaje lo trajimos lo mejor que se pudo. De todas las
mariposas de alfalfa que nos siguieron desde Mansilla, la última se rezagó en
Desvío Clé. Nos acompañamos ese trecho, ella con el volar y yo con la mirada.
Venía con las alas de amarillo adiós, y, de tanto agitarse contra el aire, ya
no alegraba una mariposa sino que una fuente ardía. Y corrió todavía con las
alas de echar el resto: una mirada también ardiendo paralela al no puedo más en
el costado de tren que siguió. “
La vida es una búsqueda constante. La palabra, una huella en la arena. Asegúrate de que tus pasos dejen huellas... ¡Gracias por tu visita! Rosa
sábado, 13 de abril de 2013
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